Los vigilantes de seguridad piden ser agentes de la autoridad para evitar más agresiones

Las últimas agresiones a vigilantes de seguridad que desempeñan su trabajo en ciudades como Madrid o Barcelona han llevado a este colectivo, a través de sus representantes sindicales, a exigir que se les considere agentes de la autoridad y se les faciliten más medidos de autoprotección. 

El pasado fin de semana un vigilante de seguridad del Estadio Wanda Metropolitano perdió un ojo tras ser golpeado por un hombre que quiso entrar cuando el partido estaba a punto de finalizar y no atendió a las explicaciones del trabajador, golpeándole tan fuerte que perdió el globo ocular. 

Esta agresión se suma a otras dos ocurridas a finales de octubre: una en Madrid, concretamente en la estación de Cercanías de Nuevos Ministerios, donde un hombre golpeó repetidamente a un vigilante que le pedía que pagase, hasta que la víctima fue socorrida por una chica y luego por más compañeros y policías que lograron reducir a un hombre totalmente exaltado.

La otra fue en Barcelona, donde varios pasajeros de Metro de Barcelona agredieron a tres vigilantes de seguridad, que sufrieron lesiones de diversa consideración, al intentar calmarles cuando estaban provocando alborotos en el interior de un convoy de la línea 5. UGT ha denunciado en un comunicado que en las últimas semanas el colectivo de vigilantes de seguridad privada "ha sufrido un número considerable de agresiones en el desempeño de sus funciones", que condenan enérgicamente y ante las que muestran su apoyo. 

El responsable de Seguridad Privada en UGT, Diego Giráldez, ha explicado que defenderán que en el nuevo Reglamento de Seguridad Privada, que ultima el Gobierno, se les dote de mayor cobertura legal y se conceda automáticamente carácter de agente de autoridad a estos profesionales en el desempeño de sus funciones, como ocurría hasta 1992. Partiendo de la base de que esta profesión conlleva riesgos, UGT considera que no es de recibo que no tengan consideración de agentes de la autoridad si son auxiliares de la autoridad pública en una situación de alerta 4 de nivel antiterrorista.

"Las agresiones que recibimos no pueden quedar en una simple y mera falta, en una condena leve por agresión. 

El agredir a un agente de autoridad es un delito que conlleva penas de uno a cuatro años de prisión; hay que tener presente que la Ley de Seguridad Privada obliga a los vigilante a intervenir ante cualquier circunstancia que infrinja las leyes en sus puestos de trabajo", ha añadido. 

En la misma línea, el sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada denuncia que las agresiones a vigilantes "comienzan a ser demasiado frecuentes" y pide una nueva reforma de la Ley de Seguridad Privada porque en su modificación de 2014 "no llegó a colmar las necesidades y carencias de los vigilantes" y "a día de hoy han de subsanarse de manera urgente".

"Nos encontramos en la misma situación de indefensión jurídica y desamparo que en el año 1992, cuando se rubricó la Ley de Seguridad Privada y pasamos de ser vigilantes jurados para convertirnos en vigilantes de seguridad, y nos despojaron del carácter de agente de autoridad", explica el responsable de comunicación de Alternativa Sindical, Alberto García, que aboga por recuperar esa condición y también por contar con más elementos de protección. 

Otra demanda es una mayor formación para los vigilantes, "un pilar básico para el buen desempeño de las funciones a la hora de la prestación del servicio", que debería de ampliarse en general y además ser específica cuando un profesional sea destinado a determinados lugares, como por ejemplo instalaciones militares. 

"Con todo ello se lograría acabar con la impunidad de las que gozan los protagonistas de agresiones graves como las vividas en las últimas semanas", sostiene García.

Acuerdo del Grupo de Trabajo de Seguridad Privada en las infraestructuras de transporte de competencia estatal

                             
 
           Comunicado                                                                Acuerdo
                                                                                     


Convenio Colectivo Estatal de las Empresas Privadas de Seguridad 2017-20


           
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Convenio colectivo estatal de las empresas de seguridad privada

Firmado un acuerdo en el Convenio estatal de seguridad privada



                             Nota informativa                        Ver acuerdo 
                                                             

Negociación Convenio Colectivo

Explicación computo permisos retribuidos,vacaciones e I.T. en la propuesta final del convenio de seguridad privada


Facua denuncia a las principales empresas de seguridad privada por sus líneas 902 de atención al cliente

Facua-Consumidores en Acción ha denunciado a nueve empresas de seguridad privada por remitir a los usuarios a teléfonos de alto coste, con prefijos 902, para contratar sus servicios o gestionar incidencias.

Se trataría de las principales empresas del sector: Prosegur, Securitas Direct, Eulen, Biservicius, Seguridad Integral Canaria, Visor, Marsegur, Securitas Seguridad España y Sinergias de Vigilancia y Seguridad.

La asociación ha remitido sus denuncias a las autoridades de consumo de las comunidades donde las firmas tienen sus respectivos domicilios sociales. En este caso, a las direcciones generales de comercio y consumo de la Comunidad de Madrid, donde lo tienen cuatro de ellas, y de Canarias, donde lo tendrían las otras cinco.

Las nueve empresas ofrecen numeraciones 902 como única vía para que los consumidores contacten telefónicamente. De esta forma, denuncia la asociación, los usuarios se ven abocados a recurrir a ese tipo de números ante cualquier incidencia relacionada con alarmas o servicios de seguridad contratados para sus hogares. Igualmente, Facua recuerda que los usuarios "tienen derecho a reclamar" a la empresa el importe que les suponga cada llamada a esos 902.

Esta acción está enmarcada dentro de la campaña #Stop902 de Facua para movilizar a los usuarios contra este tipo de abusos en los teléfonos de atención al consumidor. Más de cien empresas de diferentes sectores han sido denunciadas por Facua por la vulneración de la legislación de defensa de los consumidores en las numeraciones de sus teléfonos de atención al cliente e información comercial.

Como consecuencia a estas denuncias, las autoridades de consumo de Baleares han abierto expedientes sancionadores a las aerolíneas Ryanair y Air Berlin. Además, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de anunciar la apertura de cinco expedientes sancionadores contra proveedores de servicios de telecomunicaciones por ofertar a empresas la contratación de números 902 a cambio de parte del cobro de la llamada facturada a los clientes como retribución.

DENUNCIAS EN TODOS LOS SECTORES

En este año, la asociación ha presentado paquetes de denuncias por irregularidades similares contra empresas de diferentes sectores como aerolíneas, energéticas, aseguradoras, establecimientos comerciales, compañías de telecomunicaciones, Renfe -que sustituyó el 902 en julio-, la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos y su filial Correo Express. La última batería de denuncias presentada por la asociación fue hace unos días contra firmas de mensajería.

La asociación advierte de que el artículo 21.2 del Real Decreto 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, indica que los teléfonos de atención al cliente en los sectores donde no sea obligatoria su gratuidad (telecos, electricidad y gas) no pueden suponer "un coste superior al de la tarifa básica", por lo que si son de pago, sólo resultan admisibles líneas móviles o fijos con prefijo geográfico.

Cermi pide acabar con discriminación de discapacitados en seguridad privada

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha pedido hoy al Ministerio del Interior que desarrolle la Ley de Seguridad Privada para terminar con la exclusión que sufren las personas con discapacidad para ejercer esta actividad profesional.

"Los preborradores del futuro reglamento" contiene medidas encaminadas a avanzar en el acceso y permanencia de personas con discapacidad en el desempeño de funciones de seguridad privada, como vigilantes de seguridad, de las que ahora están rígidamente excluidas, según ha señalado el Cermi en una nota.

Este comité ha enviado una carta al director general de la Policía, Germán López, en la que argumenta que disponer en pocas fechas de un reglamento de desarrollo de la Ley de Seguridad Privada permitirá abrir estas actividades a personas con discapacidad -a determinadas funciones y tareas- y que permanezcan como personal de seguridad a aquellas que siéndolo ya, adquieren una discapacidad sobrevenida.

El Cermi ha destacado que si se responde a sus demandas "no solo se repararía una exclusión hoy sin ninguna justificación, sino que se abrirían nichos de oportunidad laboral para muchas personas con discapacidad, que padecen tasas de inactividad y de desempleo enormemente elevadas en nuestro país", ha concluido el Cermi.